Open Arms

Open Arms

Mientras los ojos del mundo que mira, pero que no ve, se entornaban para echar una siesta con la inspiración aliviada y el ventilador escama de serpiente frente al ánimo y los pies descalzos sobre el sillón, unas manos pequeñas, ahogadas de mar, gritaban a la cuerda que caía del barco mientras el mundo callaba mamando cerveza, mirando series en la televisión. Los dedos de su otra mano también temblaban acariciando la cara que yacía a su lado con los labios secos. El niño repetía una palabra que no entendemos, y había dejado de esperar hacía ya muchas olas. Por eso la cuerda se hizo horca, y flecos desatados en penas.

12180839_916336305102137_1937805827_o

Una marmota y un cerbero miraban al día de los Bosques Ardiendo entre ríos de barro y montañas de mierda nadando.

El día que los mares escupían bolsas que decían ser caracolas, los bancos se pusieron de pie y se llevaron el dinero, saltando los muros de carga en llamas, desapareciendo en el abismo. Los glaciares desistieron de llorar cuando el aire se hizo humo negro patriota y el agua inundó la ciudad. Ya no quedó ni luz bajo las farolas, ni espacio para una colilla más en el cenicero, ni gente follando en las camas predicando amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Sigue rezando.

Deja un comentario