diana
me sumergí en su fluido como un elefante de ceniza
cazador sigiloso
casi anónimo
vencido de vida
ayer
hoy
mañana
eras un cisne que aprendía a nadar y que al agitar las alas era baliza de fuego blanco
a quién quise engañar escondiéndome detrás de los contrastes de sombras de foso
dije
cuatro veces seguidas
te asalté delante de todos como si fuera un ladrón manco con la cara al descubierto que ardía en un infinito nublo e inmovilizado en delirios por la saliva de tu boca con un ansia de la que casi no me pude controlar a pesar del delito y el martirio de lo improbable en nuestro cortejo
todos dicen que dormías sobre la dulcera flotante
pero yo sé que ibas temblando
palabras mayores
crisálidas
hiperónimo
los dos sabemos que tú eras
yo estaba tan sólo en un hombre impreciso
en varios a la vez
impostores
galerna
me mata la cobardía de aquellos cigarros de nudos y frases pálidas de mi reflejo en la piel de tu dorso
me mata la cobardía y el entusiasmo de la apariencia
te excuso de tu olor a incendio en la frecuencia en tu caverna y la autoridad ante mi efusión tumbándome sobre la partitura como si fuera el tabarro de Giacomo Puccini yaciendo mi nuez entre ruegos al filo de la espada por un ensueño de amor de contrabando
rodeados ya de ciencia
la resonancia de mi mano palpitaba como una gacela rendida en una trampa de astillas de arrebatos de poeta mirando hacia arriba
beodez en una jaula de espejismos y consecuencias de flechazo y eco de silencios cuando el tiempo enlazó el error y el aplomo insostenible de nuestro beso vagabundo
sé que el miedo nos ganó la partida
y perdiendo hay veces que se gana
congoja
hoy
tonteé con la idea de anudarme a ti de oler tus labios de aferrarme a tus jadeos de saber tu cuerpo con las manos de asimilarte por dentro e incluso de consentir la derrota vigilando tu almohada desde afuera tirado en el mundo esperando a ver tu cara en cada orgasmo
es por mí por quién estabas suspirando
y por la luna llena
luego tu cuerpo en un laberinto de sábanas en tal mar estremecido de revelaciones de un espejo fugaz mirándote a las manos tras una señal
nada
paradoja
sarcasmo
desde el otro lado leías mis poemas sentándote en mi mano
y sé que no fueron visiones
basta de armarios
perdóname por romper vuestra cama
me encajé dentro de ti buscando libertad de mar adentro en mis viajes a ninguna parte y no comprendí la sonrisa que me encadenaba en cada despedida con la imagen congelada de mis ojos en ti
los borraba a todos y volvían a salir
quien puso arrojo dispuso pudores
calvario
invivir
no pude bajar la fiebre ni saciar mi hambre y aunque aquello no pudiera ser me maté pensando en nosotros fusionando amaneceres desnudos sin juramentos de piernas atadas y dedos clavados en la arena
playas improbables de amargura
y tu cara en mi espacio exterior
firmamento innato
pavura
lo intenté pero no pude volver a verte cuando las olas rompían en la piel de mi corazón faquir dibujando tu nombre con un alambre de espuma
sono come tu mi vuoi decían los gatos famélicos buscando tierra firme
bravura
ménage à trois
somos
sois
raíz que pierde la memoria
recorrido
escanciando agua que calma
apaciguando a las deidades
encontrando en la abstracción la materia inservible en noches perdidas y hambrientas
y sed que habita en un pantano antiguo
y aroma de hojas muertas
(Raquel Ruiz)
nos acostumbramos en errante continuo de discretas que confirmaban locura como si el palidecer de mejillas fuera enfurecido una huida hacia delante de abrazos a través de la pared en aquel antes sin después moldeando una edición limitada
tonterías
parecía que todo sucediera en el suelo de la suerte que había llovido a merced de lo nuestro cuando un rayo me retuvo en aquel nada a cambio de nada
en aquel partir
un vagón sin próxima parada por devoramos en los reflejos de las distancias de futuro agotado deslizándose por la grieta de la nevada de mi resignación desapariciente en un puerto de montaña soberana alojado en el vacío
perdóname por romper vuestra cama
suyo
tuyo
mío
yo no era yo aunque lo pareciera pero tú sí eras tú aunque probablemente no lo fueras qué sé yo
debo negarlo
porque echar con cajas destempladas al amor es gris y es mármol en lechos de amnesia de una canción que llora por nosotros en el pedestal y no nos permite bailar apretados
no digas lo que pudo ser
vuelvo
ha empezado a llover sobre nuestra cama de azúcar
desnúdate
matemos al sueño de amor
he de clavar el cuchillo en la tierra y hacerme cargo de tu cuerpo y del temblor de tus gemidos como si alguna vez yo te hubiera amado
y cuando acaba
empieza
espora
soy un loco luchando en abstracto y en aproximado por distinguir entre soñando contigo y contigo soñando
baja
más ahora
sí
no seas impaciente
olvidarte como al viento como si todo lo que yo ya pudiera hacer fuera entregarme sin antes perdonarte por tus manos escondidas y tu esquinazo contra voluntad en la fragilidad de tu aliento con los bailes de tus gestos
mi torpeza
coqueteando
y ahora que estoy entre tus manos pretender acabar con lo que nunca ha empezado no
no
no le pongo la mortaja a nuestro amor
tú
mientras tanto
si te hace sentir mejor
sigue cavando
OCOL
Colabora: Raquel Ruiz, raíz que pierde la memoria… encontrando en la abstracción la materia inservible en noches perdidas y hambrientas… qué mejores palabras podría elegir: loco de amor por ver nuestro libro de poemas… cada día más uno somos en este universo inesperado… Muy agradecido.